PRI y PAN refrendan su condición de empleados del gran capital
La rebelión de los panistas, llamarada de petate.
Por Armando Duarte.
La supuesta rebelión de un grupo de senadores del PAN en contra del llamado paquete fiscal, sólo fue llamarada de petate. Bastaron unos cuantos telefonemas del Secretario de Gobernación y de Calderón para que doblaran las manos y terminaran votando los incrementos de impuestos que afectarán sobre todo a as pequeñas y mediana s empresas y a las clases medias y populares.
Los grandes empresarios, por su lado, se salieron con la suya. No obstante las tronantes declaraciones de Calderón advirtiendo que los grandes consorcios empresariales deberían pagar los impuestos que les corresponden, los senadores del PAN y del PRI, y de su achichincle el Verde Ecologista, hicieron más blando el trato que se les otorga en la llamada miscelánea fiscal.
Con ello, las cosas regresan a la normalidad. En efecto, el PAN ni el PRI se muestran como lo que realmente son: los partidos representantes del gran capital. Para quienes ingenuamente creyeron que esta ocasión, al menos el PRI asumiría una postura a favor del pueblo, Beltrones, Labastida y compañía se han encargado de desengañarlos.
Lo anterior deja claro que la única via para lograr un verdadero cambio en favor del pueblo, es fortalecer el movimiento por la Nueva República que actualmente encabeza López Obrador y ganar la Presidencia de la Repúbica en 2009.