domingo, 16 de agosto de 2009

Es la mayor cifra de que se tenga registro, aseguran analistas de grupos financieros
Rondará 11.21% la caída de la economía en el segundo trimestre
Las contracciones más graves, en los sectores industrial y de servicios: 11.6 y 11.1%
Muy probable, que se programe déficit fiscal para 2010
El crudo se cotizaría en 65 dólares

Israel Rodríguez J.

El desempleo y la informalidad tocaron niveles máximos en junio pasado, mientras la economía registró en el segundo trimestre del año la mayor caída desde que existen registros oficiales de medición, de acuerdo con analistas de los principales grupos financieros, quienes anticipan que la contracción puede llegar a 11.21 por ciento.
Especialistas del grupo financiero Banamex estimaron que las mayores caídas entre abril y junio pasados ocurrieron en los sectores industrial y de servicios con contracciones de 11.6 y 11.1 por ciento, respectivamente. El grupo consideró este sábado que el desplome del producto interno bruto (PIB) fue de 10.8 por ciento.
Sin embargo, expertos de Bancomer explicaron que durante el segundo trimestre del año la actividad económica continuó contrayéndose de manera significativa, en virtud de la muy estrecha vinculación con el ciclo norteamericano a través del canal de las exportaciones. Por ello, prevén que en el segundo trimestre la caída del PIB rondará 11 por ciento en términos reales.
Analistas del grupo financiero Scotiabank son menos optimistas y calculan un decrecimiento de la economía mexicana en el periodo abril-junio de este año de hasta 11.21 por ciento como proporción del PIB.
Consideraron que, al estar las exportaciones mexicanas muy concentradas en bienes duraderos, por ejemplo automóviles, la recuperación industrial tomará varios meses más en materializarse. Adicionalmente, durante el segundo trimestre la actividad económica se vio afectada por la epidemia de influenza A/H1N1, la cual tuvo un impacto negativo en el sector servicios.
El impacto de la crisis, mayor a lo esperado
Por otro lado, analistas de Santander reconocieron que la magnitud de la crisis financiera global y su impacto en México fueron mucho mayores a lo previsto, y ahora es altamente factible que para 2010 se programe de nueva cuenta un déficit fiscal.
Advirtieron que las dos estrategias más riesgosas por las que podría optar el Congreso para atender la brecha fiscal para el presupuesto de 2010, calculada en 300 mil millones de pesos, serían ampliar significativamente el déficit fiscal o estimar que los precios del petróleo serán suficientemente elevados para reducir el impacto, dejando de lado el ajuste y la eficiencia en el gasto y el fortalecimiento de la hacienda pública.
Santander señala que posiblemente se presentará una propuesta para el plan económico de 2010 con un alza moderada del déficit fiscal, partiendo del 1.8 por ciento programado para 2009, pero también existe la posibilidad de que se incluyan planes de ajustes en el gasto y medidas para aumentar los ingresos del sector público.
“Se pueden plantear cambios en el actual régimen tributario que estarían sujetos a la aprobación del Congreso, aunque también puede modificarse la estrategia actual en torno a los ingresos de las empresas gubernamentales, esto es, los precios de bienes y servicios del sector público.”
Por su parte, los analistas de Banamex consideraron que el precio de la mezcla mexicana de exportación será de aproximadamente 65 dólares por barril en 2010. Con una plataforma prevista de 1.1 millones de barriles diarios para el próximo año, los ingresos por exportación serán de unos 26 mil millones de dólares.


La oligarquía, culpable también de la crisis que sufrimos: AMLO
Y ya preparan, “con la ayuda de los medios, a un nuevo títere, Enrique Peña Nieto”, aseveró.
Ciro Pérez, enviado Publicado: 16/08/2009 15:10
Magdalena Apasco, Oax. Andrés Manuel López Obrador señaló que la responsabilidad de la crisis económica por la que atraviesa México no es exclusiva de Vicente Fox y Felipe Calderón, sino de la “oligarquía” que nos impusieron en la Presidencia de la República.
Además, el presidente legítimo afirmó que ya preparan “con la ayuda de los medios de comunicación, un nuevo títere, como es el ahijado de Carlos Salinas, Enrique Peña Nieto”, para tenerlo al servicio de una “mafia de la política que quiere seguir conservando el poder absoluto”.
Durante su gira por los municipios de usos y costumbres, el político tabasqueño señaló que “con la complicidad de los medios de comunicación, y particularmente de las televisoras, la guerra sucia en 2006 se sostuvo en mucho con mensajes, los cuales advertían que si se producía el cambio que proponíamos nosotros iba a haber inseguridad pública, violencia, fuga de capitales, devaluación y crisis. Es decir, todo lo que la gente está sufriendo en este momento y que se hubiera podido evitar si nos hubieran respetado el triunfo en 2006”.

sábado, 15 de agosto de 2009

El socialismo del siglo XXI: notas para su discusión
Atilio Borón
Defensadelahumanidad.cult.cu
El propósito de esta ponencia es aportar algunos elementos para la discusión sobre el socialismo del siglo veintiuno. El tema, no por casualidad, está siendo objeto de una intensa y creciente discusión. Si hacemos una rápida consulta al Google y miramos el número de páginas existentes, a finales de Julio de 2008 sobre el "Socialismo del siglo XXI" veremos que aparecen listadas aproximadamente más de 1.200.000 páginas que responden a dicho título.
Dado el volumen de la bibliografía existente nos limitaremos a examinar algunas ideas que nos parecen centrales y que quisiéramos dejar como aporte para un futuro trabajo de elaboración colectiva. No tienen pretensión alguna de exhaustividad sino que, por el contrario, deben ser comprendidas como una parcial contribución a un debate en curso tendiente a lograr una definición cada vez más precisa del horizonte socialista de las luchas emancipatorias de nuestra época.
Abordaremos esta reflexión a partir de una distinción tripartita entre:
1. Los valores y principios medulares, que deben vertebrar un proyecto que se reclame como genuinamente socialista.
2. El programa de ese proyecto, es decir, el tránsito desde el universo de los valores a la agenda concreta de la construcción del socialismo y las políticas públicas requeridas para su implementación.
3. Finalmente, el tema del "sujeto histórico" (o los sujetos) de ese proyecto, y sus características distintivas.
Valores
Se trata de un tema clave, porque un proyecto socialista no puede manifestar la menor ambigüedad axiológica en relación a su crítica intransigente y radical a la sociedad burguesa. A la luz de las experiencias que tuvieron lugar durante la fase "keynesiana" del capitalismo no se puede alimentar la menor ilusión acerca de la capacidad de lograr reformas profundas y sobre todo duraderas en la estructura de este tipo de sociedad. La involución que sufrió a consecuencia de la contrarrevolución neoliberal a partir de los años 1980s demuestra, más allá de toda duda, que los avances que se habían producido en los años de la posguerra -y que dieran lugar a múltiples teorizaciones sobre "el fin de las ideologías", el agotamiento de la lucha de clases, las virtudes de la irrestricta movilidad social ascendente, el triunfo de la democracia liberal, etcétera- estuvieron muy lejos de ser irreversibles.
Esta reversión ha confirmado, una vez más, la extraordinaria resiliencia del capitalismo y su capacidad para retornar a la "normalidad" de su funcionamiento explotador, expoliador y opresivo una vez que se disipan las coyunturas amenazantes que, en los años de la posguerra, le obligaron a hacer pasajeras concesiones a las clases subalternas. Componente estratégico de esa coyuntura fue la amenazante presencia de la Unión Soviética. Y es que a pesar de su doctrina oficial de la "coexistencia pacífica", justamente criticada por el Che en numerosas intervenciones orales y escritas, la sola existencia del ejemplo soviético y posteriormente de la revolución china obligó a las burguesías metropolitanas a aceptar reivindicaciones que antes de 1917 hubieran sido respondidas apelando a los servicios de la gendarmería.
Dicho lo anterior es preciso subrayar que un socialismo renovado de cara al siglo veintiuno no puede quedar reducido a la construcción de una nueva fórmula económica, por más resueltamente anti-capitalista que ésta sea. El Che tenía toda la razón cuando dijo que "el socialismo como fórmula de redistribución de bienes materiales no me interesa." 3 De lo que se trata es de la creación de un hombre y una mujer nuevos, de una nueva cultura y un nuevo tipo de sociedad, caracterizado por la abolición de toda forma de opresión y explotación, el primado de la solidaridad, el fin de la separación entre gobernantes y gobernados y la reconciliación del hombre con la naturaleza.
Proyecto
El apartado anterior analizó, brevemente, la problemática de los valores y destacó la incuestionable superioridad ética del socialismo en relación al capitalismo, tema que no debe olvidarse pese a que muy a menudo se lo deja de lado. Veamos ahora el proyecto y un caso especial: "la planificación central" de la economía, que en el pasado fue interpretada como consustancial con el socialismo y que hoy aparece claramente como producto de una época no existiendo razones irrebatibles para que sea mantenida en el futuro.
Si en el marco del desplome del estado zarista, la Primera Guerra Mundial y la salvaje agresión perpetrada en contra de la joven república soviética la socialización de la economía fue asimilada con la total estatización de las actividades económicas, en la actualidad esa receta no sólo es inadecuada sino, además, contraproducente para la consolidación de un proyecto socialista en las condiciones actuales de la economía mundial.
Si el modelo de la estatización total de la economía fue una necesidad impuesta por determinadas circunstancias esto no significa que deba ser la única alternativa de un proyecto socialista. Y esta conclusión es válida aún si se tiene en cuenta que en su tiempo ese modelo fue altamente exitoso porque hizo posible un formidable desarrollo de las fuerzas productivas y convirtió al país más atrasado de Europa de comienzos del siglo veinte en una gran potencia industrial y militar. Sin embargo, sus logros en una fase de industrialización extensiva no fueron suficientes para responder eficazmente los nuevos desafíos planteados por la tercera revolución industrial, con el desarrollo de la microelectrónica, las telecomunicaciones, la informática y todas las aplicaciones industriales derivadas de estos adelantos científicos y, gradualmente fue perdiendo terreno ante sus rivales capitalistas hasta llegar a su inglorioso derrumbe final, cuando todo el edificio político construido por la primera revolución proletaria de la historia, un acontecimiento extraordinario en la vida de las naciones, se desplomó sin un solo disparo, y ante la increíble indiferencia de la población.
El tema de la magnitud e implicaciones de estos grandes cambios económicos mereció una aguda observación del Comandante Fidel Castro en su discurso del 17 de Noviembre del 2005 en la Universidad de La Habana conmemorando el sexagésimo aniversario de su ingreso a esa casa de estudios. Dijo en esa oportunidad que "somos idiotas si creemos, por ejemplo, que la economía -y que me perdonen las decenas de miles de economistas que hay en el país- es una ciencia exacta y eterna, y que existió desde la época de Adán y Eva. Se pierde todo el sentido dialéctico cuando alguien cree que esa misma economía de hoy es igual a la de hace 50 años, o hace 100 años, o hace 150 años, o es igual a la época de Lenin, o a la época de Carlos Marx. A mil leguas de mi pensamiento el revisionismo, rindo verdadero culto a Marx, a Engels y a Lenin."
Fidel tiene razón: la economía de hoy no es la de hace cincuenta años atrás. No lo son ni el paradigma productivo, ni las modalidades de circulación de las mercancías, ni las características del sistema financiero ni el entrelazamiento mundial del capital y el de éste con los estados de los capitalismos metropolitanos. Por lo tanto, las políticas económicas del socialismo deben necesariamente partir del reconocimiento de esas nuevas realidades. Y, al mismo tiempo, tener la humildad y la sensatez necesarias como para desconfiar de fórmulas librescas, pret a porter, que se presentan como válidas para todo tiempo y lugar para la construcción del socialismo. En esa misma plática a los universitarios Fidel decía que "uno de nuestros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la Revolución, fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo." Lección esta importantísima, no sólo por provenir de quien proviene sino porque desafía la tendencia pertinaz en la izquierda de reducir la construcción del socialismo a la aplicación de una receta, un modelo, una fórmula.
Sujetos
Claramente, en plural. No existe un único sujeto -y mucho menos un único sujeto preconstituido- de la transformación socialista. Si en el capitalismo del siglo diecinueve y comienzos del veinte podía postularse la centralidad excluyente del proletariado industrial, los datos del capitalismo contemporáneo y la historia de las luchas de clases sobre todo en la periferia del sistema demuestran el creciente protagonismo adquirido por masas populares que en el pasado eran tenidas como incapaces de colaborar en la instauración de un proyecto socialista.
Campesinos, indígenas, sectores marginales urbanos eran, en el mejor de los casos, acompañantes en un discreto segundo plano de la presencia estelar de la clase obrera. La historia latinoamericana, desde la Revolución Cubana hasta aquí, ha demostrado que, al menos en los capitalismos periféricos el exclusivismo protagónico del proletariado industrial no fue confirmado por los hechos. Baste recordar la caracterización del "pueblo" hecha por Fidel Castro en La Historia me Absolverá, o el papel de esas masas populares urbanas y rurales en los levantamientos que tuvieron lugar en Bolivia y Ecuador (que se tradujeron posteriormente en las victorias electorales de Evo Morales y Rafael Correa), o el heroísmo de esas masas en la derrota del golpe de estado de Abril del 2002 en contra de la Revolución Bolivariana para apreciar, en toda su magnitud, la multiplicación de los sujetos de la resistencia y oposición al capitalismo.
Para finalizar, no podríamos dejar de examinar esta problemática sin cuestionar la falsa oposición que suele plantearse entre partidos y movimientos sociales. Lamentablemente, en los últimos tiempos esta oposición radical se arraigó muy profundamente en el imaginario de numerosos actores sociales y políticos de América Latina y el Caribe. La consecuencia fue que mientras los partidos políticos de izquierda fueron todos ellos satanizados y considerados sin hacer distingo alguno -y por lo tanto cometiendo una enorme injusticia con algunos que lucharon ejemplarmente contra las dictaduras que asolaron a nuestros países en los años setentas y ochentas- como aparatos burocratizados, desmovilizadores y claudicantes, los movimientos sociales fueron exaltados como excelsas organizaciones inmunes a las deformaciones burocráticas, las ambiguedades, los personalismos y las mezquindades que según esta poco feliz interpretación caracterizarían a los partidos de izquierda de la región. Demás está decir que esta simplificación no resiste el menor análisis y que cualquiera mínimamente informado sobre la realidad sociopolítica de nuestros países sabe que los vicios que se achacan, muchas veces con justa razón, a los partidos también afectan, en mayor o menor medida, a los movimientos sociales. Sus proclamas a favor de la horizontalidad y el "basismo" no siempre encuentran una traducción real en la vida concreta de los mismos y no pocas veces son un discurso divorciado de los hechos. Y las "nuevas formas de hacer política" con que los movimientos sociales muchas veces se presentan en la escena pública para diferenciarse de la vieja politiquería partidaria suelen más pronto que tarde dar lugar a la resurrección de odiosas prácticas que se creían exclusivas de los partidos.En otras palabras: partidos y movimientos representan dos modos de articular los intereses del campo popular, modos que no son contradictorios sino complementarios entre otras cosas porque juegan en distintos escenarios: los partidos en el marco de las instituciones políticas y los movimientos en el seno de la sociedad civil. Si estos demostraron poseer una potencial capacidad para establecer una conexión más estrecha con su propia base y representar de manera más inmediata sus intereses, adolecen en cambio de una enorme dificultad a la hora de sintetizar la multiplicidad de particularismos que ellos encarnan en una fórmula política y en una estrategia unificada que pueda enfrentar con éxito la estrategia unificada de la burguesía. Tanto los partidos como los movimientos parecen ignorar que ésta jamás apuesta todas sus cartas en un solo escenario sino que continuamente combina tácticas y estrategias que utilizan tanto los canales institucionales (las elecciones y todas las instituciones políticas del estado) como los canales extra-institucionales: la calle, las movilizaciones, la propaganda política, los medios de comunicación de masas, los sabotajes, lock-outs patronales, fuga de capitales, huelga de inversiones, chantajes sobre los gobernantes, etcétera. En una palabra, la burguesía no se enfrenta con los falsos problemas que suelen paralizar al campo popular, esterilizado y desmovilizado en improductivas discusiones acerca de si movimientos sí o movimientos no, o partidos sí o partidos no. Profunda conocedora del poder y sus secretos, la burguesía utiliza todas las armas disponibles en su arsenal haciendo caso omiso de sus características, mientras sus opositores se desangran dirimiendo primacías entre unas y otras y quedando por eso mismo a merced de sus enemigos de clase.

La guerra sucia de 2006, porque advertí de la necesidad de un cambio para evitar la crisis actual
Pasó Calderón de pelele a chivo expiatorio; ya quieren quitarlo por ineficiente: AMLO
Alerta en la Mixteca sobre “engaños de los medios de comunicación para idiotizar a la gente”

Ciro Pérez Silva
Enviado
Santiago Yolomecatl, Oax., 14 de agosto. En apenas tres años, “Felipe Calderón pasó de ser el pelele de la oligarquía que gobierna el país al chivo expiatorio por la crisis económica, política y social que vive México”, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
En ese sentido, el ex candidato presidencial dijo que él no fue “el verdadero peligro para México”, como se aseguró en la campaña negra del proceso electoral de 2006, sino “Calderón y ese grupo de potentados que con una política económica antipopular hicieron que se perdieran empleos, se devaluara la moneda y la economía cayera a niveles que no se habían visto en la historia reciente del país”.
Recordó que esa guerra sucia en su contra se debió a que advirtió sobre la necesidad de un cambio de la vida pública del país para prevenir justamente no sólo la situación de decadencia política y social, sino la crisis económica que hoy padece la mayoría de los mexicanos.
“Ya es más que eso; no basta ya con sólo cambiar la política económica, el mal que aqueja al país requiere una renovación total, profunda, por lo que es urgente dar una nueva viabilidad a la nación para que haya un renacimiento del país con nuevas reglas; no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”, aseveró.
En esta región de la Mixteca oaxaqueña condenó “el modelo de vida que imponen los medios de comunicación, en el que sólo vale el lujo barato, donde la gente vale no por lo que es, por sus sentimientos o capacidad, sino por lo que ha acumulado”. Sin embargo –agregó–, “yo estoy optimista, tranquilo, porque a pesar de que nos han querido destruir políticamente y que estamos enfrentando a una mafia que lo acapara todo, no han logrado destruirnos ni lo conseguirán, porque nunca en la historia del país ha habido tanta gente consciente de la necesidad de este cambio, y en eso baso mi optimismo”, subrayó.
López Obrador continuó su gira por municipios de usos y costumbres, cuyas autoridades, maestros y comerciantes han sido amenazados por el gobierno de Ulises Ruiz con perder sus empleos o modo de vida si asisten a las asambleas informativas convocadas por el tabasqueño, aunque a pesar de estas amenazas ha conseguido reunir a varias decenas de personas en cada municipio.
“La gente va a tener que despertar; se le puede engañar una vez, dos, pero no toda la vida. Y pregunto: ¿cómo es que a pesar de las crisis recurrentes esta oligarquía mantiene el control? ¿Cómo es que siguen mandando si hay evidencias de que cada día la situación está peor? La respuesta –dijo– está en que tienen el control casi total de los medios de información. No es siquiera con el Ejército ni con el poder de las fuerzas armadas”, enfatizó.
Señaló que esa es la razón por la cual va de pueblo en pueblo creando conciencia, para que la gente no siga siendo engañada. “La mayor parte de nuestro pueblo es engañada por la televisión, que idiotiza a la gente, pero sabiendo ya que sin un cambio no hay salida, yo estoy seguro de que ese control de los medios de información no les va a servir para siempre”.
A lo largo de su recorrido, reiteró que a tres años del “fraude electoral”, Felipe Calderón “ya no existe políticamente, ya no representa nada, ya le estorba por ineficiente a la oligarquía, y están preparando con toda anticipación a quien quieren que lo suceda; lo grave es que va a ser exactamente igual a Calderón, ya que los potentados están satisfechos y cómodos con la actual situación, es más, les conviene que haya más pobres en el país porque eso les facilita la compra de conciencias y la compra de votos.
“Es a esta maniobra, la de cambiar para que todo siga igual, a la que se conoce como gatopardismo, porque finalmente PAN y PRI son lo mismo, son corresponsables no sólo de la crisis económica, política y social, sino de que vivamos en una república simulada. Tienen un truco bien ensayado: primero empobrecen al pueblo y en época de elecciones entregan migajas, materiales de construcción y hasta dinero en efectivo a toda esa gente que por necesidad agarra lo que les dan; hay que decirles que eso que les entregan es pan para hoy y hambre para mañana”, destacó.
Para este sábado la gira de López Obrador continuará por los municipios de San Pedro Nopala, Santiago Teotongo, Santo Domingo Tonaltepec, Santo Domingo Yanhuitlán, San Andrés Sinaxtla, San Juan Sayultepec y San Bartolo Soyaltepec.

Video de la presentacion de propuestas de la AGP DEMOCRACIA POPULAR