domingo, 23 de marzo de 2008

LA REVOLUCION CUBANA Y LOS GUSANOS DE MIAMI


Exiliados en Miami: Una breve historia de la revolución cubana

Por Michael Moore

CINEASA ESTADOUNIDENSE

GANADOR DE VARIOS PREMIOS INTERNACIONALES


¿Alguna vez se preguntaron como ha hecho Fidel Castro para permanecertanto tiempo en el poder? Nadie -excepto el Rey de Jordania- hapermanecido en el gobierno por un período más largo de tiempo. Elhombre ha sobrevivido a ocho presidentes estadounidenses, diez JuegosOlímpicos, y el regreso del Cometa Halley. Y sin importar lo que elgobierno de Estados Unidos hace para derrocarlo, tiene más vidas que"regresos" ha tenido Cher [1].No es porque nuestros líderes (estadounidenses) no hayan hecho sumejor esfuerzo para derrocarlo. No, ya desde que Castro liberó su paísdel corrupto régimen de Fulgencio Batista [2] (al que apoyaban losEstados Unidos y la Mafia) Washington ha probado una gran variedad demétodos para derrocarlo. Estos han incluido intentos de asesinato(pagados con el dinero de nuestros impuestos), invasiones, bloqueos,embargos, amenazas de aniquilación nuclear, desorganizació n interna,y guerra biológica (la CIA tiró manojo de gérmenes de Fiebre PorcinaAfricana sobre el país en 1971, obligando a los cubanos a matar 500mil cerdos).Y -algo que siempre me ha parecido extraño- ¡hay actualmente una basenaval estadounidense en la isla de Cuba! [3] Imaginen si nosotros losestadounidenses, luego de haber derrotado a los británicos en nuestraRevolución de Independencia, les hubiéramos dejado mantener unos milesde soldados y un puñado de acorazados en la bahía de Nueva York.¡Increíble! El presidente Kennedy, que siguió con el plan delPresidente Eisenhower para invadir Cuba en la Bahía de Cochinos,ordenó a la CIA matar a Castro, intentándolo todo, desde una lapicerarellenada con tinta envenenada hasta un cigarro explosivo. (No, noestoy obteniendo mi información de Maxwell Smart [4]; está todo en elinforme del Comité Church al Congreso, de 1975).Por supuesto que nada de esto funcionó. Castro se volvió más fuerte ylos Estados Unidos continuaron pasando vergüenza. Cuba era visto como"el país que se nos escapó". Comenzó a ser una molestia para nosotros.Aquí tenemos a cada nación de este hemisferio metida en nuestrobolsillo, excepto a "esos malditos cubanos". Se ve mal. Como cuandotoda la familia sale a cenar y la oveja negra, el pequeño Billy, no sequiere quedar quieto en la silla y hacer lo que le dicen. Todos en elrestaurante miran a los padres y se preguntan qué clase de educaciónle están dando. La apariencia de que no lo están disciplinando ocontrolando como se debe es la peor humillación. Entonces comienzan avapulear al pequeño Billy, el que -olvídenlo- no va a terminar susporotos nunca.Así es cuán tontos lucimos al resto del mundo. Como si nos hubiéramosvuelto locos por esta pequeña isla a 90 millas de nuestras costas. Nonos sentimos de ese modo frente a una real amenaza para la humanidad,como la que significa el gobierno Chino. ¡Y hablo acerca de unapandilla de asesinos! Aún así no podemos movernos más rápido parameternos en la cama con ellos. Washington gastó 23 años poniéndonos encontra de los Chinos, y luego, repentinamente: ¡un día son nuestrosamigos! Parece que los Republicanos y sus compinches empresarios noestaban realmente en contra de los dictadores comunistas, sino contraaquellos que no los dejaban entrar a China para hacer dinero.Y ese fue, por supuesto, el error fatal de Castro. Una vez que tomó elpoder, nacionalizó todos los negocios americanos y pateó a la mafiafuera de La Habana. Fue como si se sentara en la Falla de San Andrés,porque la ira del Tío Sam cayó duro sobre él, y no lo ha dejadotranquilo por más de 37 años. Y a pesar de eso Castro ha sobrevivido.Por ese sólo éxito, y a pesar de todos sus defectos (represiónpolítica, discursos de cuatro horas y una tasa de alfabetismo del cienpor ciento), hay que admirar al muchacho.Pero: ¿Por qué continuamos peleando por esta pata de pavo sobrante dela Guerra Fría? La respuesta puede encontrarse mirando no más lejos deuna ciudad llamada Miami. Es desde allí que un puñado de exiladoscubanos enloquecidos han controlado la política extranjera de losEstados Unidos hacia esta insignificante nación insular. Estoscubanos, muchos de ellos acólitos de Batista que vivían a todo trapomientras esa pandilla asolaba el país, parecen no haber cerrado un ojodesde que juntaron su dinero y huyeron a La Florida.Y desde 1960, han insistido en contagiarnos su locura. ¿Por qué es queen cada incidente o crisis nacional que ha sufrido nuestro país en laspasadas tres décadas (el asesinato de Kennedy, Watergate, el caso IránContras, la epidemia del abuso de drogas, y la lista sigue...) siempreencontramos a exilados cubanos presentes o implicados? Primero, fue laconexión de Lee Harvey Oswald con los cubanos de Nueva Orleáns. ¿Oeran exilados cubanos actuando solos para matar a Kennedy, o Castroordenando su asesinato porque se había aburrido de que Kennedyintentara derrocarlo? En cualquiera de las teorías que usted suscriba,los cubanos están rondando por el barrio.Luego, en la noche del 17 de junio de 1972, tres cubanos, BernardBarker, Eugenio Martinez, y Virgilio Gonzalez (junto con losestadounidenses Frank Sturgis y James McCord Jr.) fueron atrapadosentrando en las oficinas de campaña del Partido Demócrata enWatergate. Esta operación encubierta, eventualmente causó la renunciade Richard Nixon, por lo que entreveo que hay gato encerrado en esaoperación del exilio cubano en particular. Hoy, Barker y González sonconsiderados héroes en la comunidad cubana de Miami. Martínez,perdonado más tarde por Ronald Reagan, es el único que se siente mal."Yo no quise estar implicado en la caída del Presidente de los EstadosUnidos", dijo. ¡Oh! ¡Que hermoso de su parte!Cuando Oliver North necesitó un grupo encubierto para entrar armas enNicaragüa con el objetivo de derrocar al gobierno sandinista: ¿a quiénpudo recurrir sino a los cubanos de Miami? Los veteranos de Bahía deCochinos Ramón Medina y Rafael Quintero eran los hombres clave en lacompañía de transporte aéreo que entregaba las armas a los Contras. Laguerra de los Contras, apoyada por Estados Unidos, fue responsable dela muerte de 30 mil nicaragüenses.Uno de los premios mayores que recogimos de nuestra inversión en estosexilados cubanos fue la ayuda que nos dieron introduciendo drogasilegales en los Estados Unidos, destruyendo familias y barrios enterosde nuestras ciudades. Comenzando a principios de los sesenta, unacantidad de cubanos (que también participaron en la invasión de Bahíade Cochinos) empezó a regentear los círculos mayores de los narcóticosen éste país. La DEA encontró poco apoyo dentro del gobierno federalpara ir atrás de estos exilados cubanos, porque se habían organizado así mismos bajo la falsa bandera de "grupos de la libertad". De hecho,muchos no eran más que frentes de operaciones masivas de contrabandode drogas. Los mismos contrabandistas de drogas que ayudaron más tardea contrabandear armas para los Contras nicaragüenses.Las organizaciones terroristas cubanas radicadas en los Estados Unidoshan sido responsables por la colocación de mas de 200 bombas y por lomenos un centenar de asesinatos desde el triunfo de la revolución deCastro. Tienen a todos tan preocupados por apoyarlos, que yoprobablemente no debería estar escribiendo este capítulo. ¿Pero porque no estoy preocupado? Porque estos exilados cubanos, con toda sualaraca y terrorismo, son realmente una manga de cagones. Eso:Cagones. ¿Quieren pruebas? Para empezar, cuando a uno no le gusta elopresor de su país, se queda allí y trata de derrocarlo. Esto puedeser hecho por la fuerza (Revolución Americana, Revolución Francesa) oa través de medios pacíficos (Gandhi en India o Mandela en Sudáfrica).Pero lo que no se hace meter la cola entre las patas y correr, comohicieron estos cubanos.Imaginen si todos los colonos americanos hubieran huído al Canadá, yluego hubieran insistido en que los canadienses tenían laresponsabilidad de echar a los británicos de América. Los Sandinistasnunca hubieran liberado su país de Somoza si hubieran estado todossentados en una playa en Costa Rica, bebiendo margaritas yenriqueciéndose. Mandela se fue a la cárcel, no a Libia o a Londres.Pero los cubanos ricos se pelaron a Miami... y se volvieron más ricos.El noventa por ciento de estos exilados son blancos, mientras lamayoría de los cubanos (62 por ciento) son negros o mestizos. Esosblancos sabían que no podían quedarse en Cuba porque no tenían apoyodel pueblo. Entonces vinieron aquí, esperando que nosotros peleáramossu pelea por ellos. Y, como tarados, la peleamos..No es que estos nenes llorones de los cubanos no hayan tratado deayudarse a sí mismos. Pero una rápida mirada a sus esfuerzos recuerdaa las viejas películas cómicas mudas. El de Bahía de Cochinos es sufiasco más conocido. Tenía todos los elementos de una gran comediacómica: barcos equivocados, playa equivocada, no tenían municionespara sus armas, nadie los fue a esperar, y -finalmente- fueron dejadosmorir vagando por una parte de su isla completamente desconocida paraellos (los choferes de sus limosinas -adivino- nunca los habíanllevado allí en los viejos buenos tiempos). Este fiasco fue tanmonumental que el mundo todavía no ha parado de reírse, y los cubanosde Miami nunca han olvidado ni perdonado ésto. Diga "Bahía deCochinos" a alguno de ellos, y lo verán como a un dentistataladrándole el nervio de un diente.Emblemas de los exiliados cubanos extremistasUno pensaría que la derrota de Bahía de Cochinos les debería haberenseñado una lección, que hubieran dejado de insistir con esas cosas.No hizo eso esta pandilla. Desde 1962 numerosos grupos de exiladoscubanos han intentado mas incursiones para "liberar" su patria. Veamoslas más sobresalientes:En 1981, un grupo de cubanos exilados de Miami desembarcaron en laislita de Providenciales, en el Caribe, camino a invadir Cuba. Subarco, el único que llegó de cuatro que salieron del Río Miami (losotros tres fueron hechos volver por la Guardia Costera debido al marpicado, problemas de motor o falta de chaquetas salvavidas), tocótierra en un arrecife cerca de Providenciales. Atascados en la islasin comida ni abrigo, los cubanos de Miami comenzaron a pelearse entreellos. Rogaron a la gente de Miami que los rescatara de la isla, yluego de tres semanas fueron devueltos a Florida vía aérea. El únicode ese grupo que llegó a aguas cubanas, Gerardo Fuentes, sufrió unataque de apendicitis en el mar, y tuvo que ser evacuado por laGuardia Costera hacia Guantánamo.En 1968, un grupo de cubanos de Miami supieron que un barco polacoestaba amarrado en el puerto y que una delegación cubana podía estar abordo del carguero. De acuerdo al St.Petersburg Times, los exiladoscubanos dispararon con una bazooka casera e hicieron impacto en elcasco del buque. Sólo le hicieron un abollón, y el líder del grupo,Orlando Bosch, fue apresado y sentenciado a diez años de prisión, perofue liberado en 1972. Bosch explicó que habían esperado causar másdaños al barco pero, se excusó: "¡Era un barco grande!" Bosch habíaestado arrestado antes por remolcar un torpedo a través de las callesde Miami a la hora de salida de las oficinas, y otra vez había sidocapturado con 600 bombas aéreas cargadas con dinamita en el baúl de suCadillac. En 1990 la administració n Bush lo sacó de la prisión, dondeestaba nuevamente, cumpliendo una pena por violación de libertad condicional.De acuerdo al Washington Monthly, "Durante el verano y principios delotoño de 1963, fueron lanzadas cinco incursiones de comandos contraCuba con la esperanza de desestabilizar al régimen. La raquítica"quinta columna" en Cuba fue instruída para dejar las canillasabiertas y las lamparillas prendidas para gastar energía... En 1962,según el San Francisco Chronicle, el exilado cubano José Basulto, enuna misión auspiciada por la CIA, disparó un cañón de 20 mm desde unalancha rápida contra el Hotel Inca, cerca de la bahía de La Habana,esperando matar a Fidel Castro.. El proyectil erró al blanco, yBasulto, viendo que su barco se llenaba de gasolina derramada, pegó lavuelta para Florida. "Uno de nuestros tanques de combustible, hecho deplastico, comenzó a gotear"", explicó Basulto más tarde. "Elcombustible se derramó sobre la cubierta. No sabíamos qué hacer".Años más tarde, Basulto formó "Hermanos Al Rescate", un grupo deexilados que hace unos años estuvo haciendo vuelos sobre Cuba,zumbando con sus aviones sobre las ciudades, tirando panfletos, ygeneralmente tratando de intimidar al gobierno cubano. En febrero de1996, Castro aparentemente se aburrió de este acoso, y luego del 25avoincidente en un año de los "Hermanos" violando el espacio aéreocubano, ordenó que dos de sus aviones fueran derribados.Atentados y sabotajes de los extremistas cubanos en La Habana.Aunque los "Hermanos al Rescate" violaban la ley estadounidense porvolar dentro del espacio aéreo cubano, la administració n Clinton fuede nuevo al chiquero del exilio e instantáneamente sacó un decretopara endurecer el embargo contra Cuba. Este embargo trajo la ira delresto del mundo contra nosotros. La Asamblea General de las NacionesUnidas votó 117 a 3 a favor de condenar a los Estados Unidos por suviolencia económica contra Cuba, tal y como ha sido en cada votaciónsobre el tema desde que el embargo fue impuesto.La semana después de que los aviones fueran derribados, los exiladostrataron de apurar a los Estados Unidos, esperando comprometer a losmilitares en algún tipo de acción contra Castro. Anunciaron que alsiguiente sábado llevarían una flotilla de barcos desde Florida hastala costa cubana para protestar por el derribo de los dos aviones.Clinton decidió la puesta en escena de la más grande exhibición defuerza contra Cuba desde la Crisis de los Misiles, y envió unescuadrón de cazas F-15, once escampavías de la Guardia Costera, doscruceros misilísticos de la Marína, una fragata de la Marina, dosaviones C 130, y una bandada de Choppers, AWACs, y 600 guardamarinaspara apoyar a la flotilla.Lo único que se olvidó de mandar fue remedio contra el mareo, que -alfinal- era lo único que los cubanos de Miami hubieran necesitadorealmente. Sólo a 40 millas de Key West, los cubanos en los botescomenzaron a marearse, a vomitar y a rogar a sus pilotos que dieranvuelta los malditos yates y volvieran a Miami. Con el mundo enteromirando, los cubanos huyeron de nuevo con la cola entre las patas.Cuando llegaron al puerto, dieron una conferencia de prensa paraexplicar su retirada. El portavoz estaba todavía un poco mareado, y sepodía ver cómo los periodistas se separaban de él, temiendo sercubiertos por un "Linda Blair Special" en cualquier momento..."Una terrible tormenta se levantó en el mar", dijo el líder de lahuída cubana mientras palidecía rápidamente. "¡Las olas tenían más dediez pies de alto, y tuvimos que volver o perder nuestros barcos!"Mientras así hablaba, algún genio creativo en la CNN comenzó a emitirimágenes aéreas de la flotilla rumbo a Cuba. El sol brillaba, el marestaba calmo como un plato, y el viento soplaba gentilmente, si es quesoplaba. Los reporteros en alta mar dijeron que luego de que lascámaras de la CNN se fueron, la aguas se pusieron "bastante duras".Sí, seguro, era por las carcajadas de Fidel, que se estaba cagando dela risa...Este artículo aparecio originalmente en inglés el 10 de abril 2004.Traducción libre: Andrés Capelán*Michael Moore - Cineasta y escritor estadounidense. Autor del libro"Estúpidos Hombres Blancos", de varios documentales entre los cualesestán los laureados "Bowling for Columbine" (Premio Oscar) y"Fahrenheit 9/11" (Palma de Oro de Cannes).

Video de la presentacion de propuestas de la AGP DEMOCRACIA POPULAR